Sí, ya lo sabemos, existen asociaciones cuyo objeto es la defensa del usuario de armas, pero también es cierto que no consiguen, y en algunos casos ni lo intentan, los objetivos que el usuario demanda. También es cierto que las federaciones, me refiero especialmente a las de Tiro Deportivo y Caza, si realizan una labor importante, pero también es cierto que desde su situación de organismos oficiales, y en ocasiones gestoras de instalaciones deportivas, tienen difícil la negociación.
Con todo esto, cree usted que estaría justificada una asociación que tuviera como finalidad ya no solo el aumento de algunos derechos de los usuarios de armas, también el evitar algunos abusos, que por mala gestión desde la administración pueden ocurrir, así como la necesaria mejora de nuestra imagen en la sociedad.
Desde la modesta opinión de quien les escribe, no estaría nada mal, siempre y cuando los objetivos de dicha asociación fueran legítimos y para la leal mejora de la actividad a realizar con nuestras armas. No me parece oportuno alentar a un usuario a disponer de un arma para su defensa, entre otras razones, seguro que los malos la usarán mejor que este novato y su vida correrá mayor peligro.
Pero si es cierto, que tenemos un alto margen de mejora en algunos aspectos, libro de coleccionista, puntuaciones mínimas para obtener una licencia, falta de formación en algunos aspectos, y un largo etc., que sin duda la administración estará dispuesta a escuchar.
La principal razón de esta reflexión, nace de la orfandad que siento a la hora de sentirme representado, más allá de la labor que las Federaciones pueden realizar, limitada por los motivos antes descritos.
En nuestro deporte, el Tiro deportivo, es importante favorecer el acceso a los más jóvenes, y sin duda esto pasa por ofrecer unas importantes facilidades de acceso al mismo, las cuales hoy en día no existen. Siendo esto último uno más de los temas a mejorar. En cualquier caso, dicha asociación debe de contar con la opinión indispensable de las federaciones y sus técnicos, y ademas, no solo avanzar en temas legislativos, debemos de ser capaces de trasladar a una sociedad anti armas, los beneficios de la actividad deportiva e incluso el bajo riesgo de la misma, rompiendo la actual idea de relación entre el usuario de armas y la violencia.
Me permito esta reflexión, sin más ánimo que el cariño que siento por nuestra actividad, unido a la triste representación con la que contamos más allá de las Federaciones deportivas.
|
Comentarios